MUJER, SE LIBRE DEL TEMOR

Pensá en dos o tres miedos que tengas.Los miedos más comunes en las mujeres son el miedo a morir, a enfermarse, a quedarse solas, a ser engañadas, a hablar en público, a perder algo, a envejecer, a engordar, a que les roben. Generalmente la mujer tiene más miedo al éxito que al fracaso, porque se han acostumbrado a no tener éxitos dejando que los tuvieran los hombres.
Siempre dijimos que ellos estaban preparados para tener éxito en los lugares públicos y nos quedamos en el lugar privado, por eso no pensamos en éxito sino que es común en nosotras pensar en fracaso.
Muchas veces cuando tenemos que salir al mundo exterior y enfrentar la vida por cualquier situación –porque tenemos que buscar trabajo, porque nos hemos divorciado o nos hemos quedado viudas, porque la situación económica es difícil- surgen los miedos.

Aparecen primero pequeños miedos, que se gestaron en la primera infancia, cuando nuestros padres nos dijeron: “No hagas eso”, “cuidado con el cuco”. ¿A cuántos nos asustaron con el hombre de la bolsa, por ejemplo? Los miedos se gestan en la infancia y a medida que van pasando los años se refuerzan y se tornan más grandes.
Hay un miedo positivo y uno negativo.
El miedo positivo es aquel que advierte que hay un peligro delante, es el que nos alerta, y está bien tenerlo porque no podríamos vivir sin ese alerta.El miedo negativo es el que no te permite realizar los sueños que hay en tu interior.

Por ejemplo si digo: “¡Qué lindo sería ir a esquiar! ¿Cuántas tienen miedo de ir a esquiar porque no saben? ¿Te preocupa mucho no saber esquiar? Es algo que no pensás todos los días, podés tener miedo pero eso no repercute en tu sueño que no es esquiar, y si algún día te lo ofrecen podés hacerlo o no, porque no perdés la vida en eso.Pero cuando tenés un gran sueño y el miedo te deja detenida, te paraliza y no te permite seguir avanzando, ahí se transforma en algo negativo. ¿Qué es lo que no te permite realizar tu sueño? ¿Ese miedo en el que pensaste, miedo a envejecer, a quedarte sola, a perder algo, a que te roben, a que sufran tus hijos? ¿Qué es lo que te está robando? Vamos a aprender a luchar en contra del miedo.

El miedo siempre va a estar en mi vida pero lucharé en su contra.
Cada vez que luchás o vencés un miedo te hacés más fuerte y estás preparada para subir a un nivel superior, tu vida se vuelve más emocionante.
La vida es linda, emocionante, aprendé a subir niveles y correr los miedos.Los miedos no existen solamente en nuestra mente sino en todo nuestro cuerpo. Cuando uno teme tiene manos sudorosas, tiembla, tiene taquicardia, se marea, hay muchas manifestaciones en todo el cuerpo y especialmente la inmovilidad; el miedo nos da un mensaje interno: “estás saliendo de tu zona de seguridad”.

Debes enfrentar algo, te cuesta, y el mensaje es: “estás saliendo de tu zona de seguridad”. Hasta ahora lo que hiciste te mantuvo en una zona de seguridad, no arriesgaste nada; como estás viviendo no arriesgas pero tampoco estás logrando nada, porque para lograr algo en la vida hay que ser arriesgada.
Aprendé a arriesgarte y a salir de la zona de seguridad.
¿Qué podemos hacer con el miedo si siempre va a estar en nuestra vida?
Dominarlo.
Fuimos creadas por Dios para dominar. Lo único que no tenemos que dominar es a otro ser humano, porque Dios no nos mandó eso, sino dominar la creación, por lo tanto podemos dominarnos a nosotros mismos y al miedo que es una emoción.¿Cuántas veces estuviste en una reunión y te dieron unas ganas bárbaras de reírte porque te acordaste de algo? ¿Y qué hiciste? Dominarte, aguantarte; de la misma manera es con el miedo, aprendé a dominarlo.
El miedo siempre surge de adentro, no de afuera.
Hay quienes dicen: “él me da miedo”, y esto no surge de afuera.“Tengo miedo de que mi ex pareja me haga juicio”, “le tengo miedo a mi jefe que me diga tal cosa”, “le tengo miedo a esta persona porque tal vez me puede lastimar”, “tengo miedo a esa enfermedad”, el miedo no viene de afuera sino de nuestro interior.
Si crees que viene del otro, siempre el otro estará dominando tu vida. Si crees que el otro te hace tener miedo (tu ex marido) siempre va a poner su pie sobre tu cabeza.Pero, como viene de adentro nuestro, tenemos autoridad dada por Dios para dominarlo y que funcione a nuestro favor y no en contra.

Estamos al mando de nuestra vida.
Por ejemplo, el peso que tenés hoy es el peso que querés tener; la vida que estás llevando es la que querés llevar, va a depender de vos y no de afuera.Por eso, si hay miedos dentro tuyo, tenés que saber que tenés autidad para dominar cualquier miedo y para conquistarlo: movete porque estás al mando de tu vida.
¿Quién tiene el control remoto de tu vida? Si lo tiene otro, sacáselo, vos tenés que tener el control de tu vida.
Hay mujeres que no saben eso, les han enseñado que el control lo tenía que tener otro y no saben vivir su vida, están sobreviviendo. ¡No naciste para sobrevivir! La Palabra dice que “Dios nos ha dado vida y en abundancia”.

¿Cómo hacer si te paraliza tomar decisiones?
Accionar, cortando el miedo en partes. Si lo tomás todo te va a paralizar, el miedo se va a hacer un gigante y vas a decir: “contra ese gigante no puedo” y primero te agarra fobia y después pánico, con lo cual te paralizás totalmente.
Cuando el miedo se hace un gigante, tenés que cortarlo en pedacitos porque estás al mando. Empezá a acercarte de a poquito a lo que temés.
Por ejemplo, si tenés que buscar trabajo y nunca trabajaste y tenés un terror impresionante, no sabés qué decir, ni como hablar, no sabes computación y nada, entonces acercate de a poquito. El primer día al lugar de trabajo, miras la puerta y te vas; al segundo día tocas el timbre y salís corriendo; al tercer día golpeas, ves la cara de la persona que te atiende y salís pidiendo disculpas, entonces te vas a acercando despacito y vas perdiendo el miedo porque te está siendo familiar.

Cada vez que cortas una parte, siempre encontrarás una falla y por allí vas poder entrar: “Ah! No era tan difícil esto”; ¡Ah! El que me contrató es peor que yo”; “¡Ah! Necesita que le trabaje porque si no le cierran la fábrica”.
Lucas 8: 22 – 25Jesús estaba dormido porque estaba cansado y además porque tenía confianza de que iba a llegar a la otro orilla, tenía una meta.Cuando Dios te da un sueño, tenés confianza porque sabes que no te vas a morir antes de cumplirlo. (Cuando me invitan de un país a predicar, yo sé que no va a pasar nada en el avión porque Dios me hizo esa invitación y tengo que llegar bien).
Jesús dormía porque confiaba que iba a llegar al otro lado. En medio de la crisis: el viento, las olas, la tormenta, los discípulos despiertan a Jesús y El se enoja con ellos.(¿Si estoy en crisis no es lógico que vaya a Jesús para pedirle que me ayude porque me está pasando algo? ¿Por qué se enojó Jesús entonces?)

Hay oraciones que irritan a Jesús: las oraciones de víctima, de muerte.Los discípulos eran pescadores experimentados y se suponía que ellos sabían leer las señales del clima y manejarse en esas situaciones. Jesús pensó: “Estos pescadores que tienen experiencia ¿me vienen a despertar a mí que no sé nada de pesca?” Por eso el pedido le irritó.Como cuando Dios le dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? Dile al pueblo que marche”, porque Moisés estaba haciendo una oración que irritaba a Dios.Hay oraciones que irritan a Dios y son las que El ya te ha dado la capacidad pero no te diste cuenta que la tenés y seguís clamando para que te ayude. Dios te dice: “Ya puse dentro tuyo todo lo que necesitás para salir de la crisis”.
Sos una mujer talentosa y las crisis no te pueden robar ni las metas ni las promesas de Dios.
No permitas que el nivel de temor suba en tu vida.Declará: “Si estoy enfrentando esta crisis es porque tengo la capacidad dada por Dios para salir de ella”. Hay gente que dice: “no sé como está aguantando eso, en su lugar yo me hubiese matado”. Si no se mató es porque Dios le dio un espíritu fuerte para poder pasar la crisis y salir en victoria.No seas una persona que siempre pide oración para sobrevivir porque no estás hecha para eso.
Cuando voy a otras iglesias, veo mujeres tristes y me da tanta pena porque están amordazadas, atadas, no pueden hablar, no pueden ver, no tienen visión; y me alegro de ver a las mufuva que están alegres, porque aprendieron a tomar la autoridad sobre su vida.
Dominá todos tus miedos y vas a cruzar al otro lado.
¿Sos la mujer que querés ser? ¿Te gusta la mujer que ves en el espejo cada mañana cuando te levantás?Recargá tus recursos emocionales, no permitas que el temor crezca en tu corazón.“Sí, estoy saliendo de mi zona de comodidad, y ¿qué?” “Sí, estoy haciendo lo que nunca hice, ¿cuál es el problema?
Estoy capacitada por Dios, no lo hizo otro sino mi Papá que está en el cielo, y me dio la capacidad para enfrentar todo en la vida, así que acciono, voy adelante, no me detengo porque el miedo no es un gigante, lo he cortado en pedacitos y echado fuera de mi vida”.
Decía Pablo: “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” ¡Todo lo que pasó Pablo! Fue torturado, metido en la cárcel, le pasó de todo y lo terminaron matando, pero él dijo: “Prosigo”.Prosigo a pesar de que tengo miedo, Prosigo aunque me da vergüenza, Prosigo aunque parece que me va a dañar.

Proseguí a la meta, al supremo llamamiento que Dios hizo para tu vida.
Cada vez que enfrentes un miedo subirás a un nuevo nivel y el nuevo nivel te traerá nueva satisfacción de vida porque lo venciste. Antes te detenía pero lo venciste, ya no tenés más miedo, lo dominaste adentro; y no estaba afuera, estaba en tu mente, en tu cuerpo, sos la dueña de tu vida y podés dominar cualquier miedo. Comenzá a confrontar lo que te enfrenta.
Todos los días desde que te levantás, hay cosas que se paran delante y te desafían, confrontalas, porque ya no tenés miedo Cristo está dentro tuyo y estás preparada para cualquier crisis y llegarás al otro lado, a conquistar y salir en victoria.

Tus miedos no pueden ser más grandes que vos, no pueden ser gigantes, hacete una mujer más fuerte que todos los miedos que te persiguen hace años.
Fuerte como la muerte es este amor
El amor que Dios te tiene y que vos le tenés, es más fuerte que la muerte y si puede con la muerte ¿cómo no va a poder con cualquier miedo?

El amor de Dios puede con cualquier miedo y frente a ese amor no hay ningún temor que se pueda levantar, ninguno que se pueda parar firme delante.
No hagas al Señor oraciones que le irriten. No le digas Señor sacame el miedo, decile: “Mostrame la capacidad que me diste para vencer el miedo; mostrame lo que tengo adentro, el poder del Espíritu Santo que me diste para vencer cualquier obstáculo”. No hagas oraciones que le irriten, porque Dios te va a decir: “Quiero ver tu fe, quiero que confíes en lo que puse dentro tuyo, quiero ver tu fe mujer. No quiero que te maravilles por lo que yo hago, sino que te maravilles de la fe que estás